Para Erasmo de Rotterdam, la locura es el camino que nos lleva a recuperar la inocencia y la verdadera apariencia de las cosas. La razón, para ser razonable, debe verse a sí misma con los ojos de una locura irónica.
En nombre de una verdad acordada, locura se define como privación del juicio o del uso de la razón. Sin embargo, he escuchado por ahí, que locura no es más que la absoluta y maravillosa recuperación de la razón. Razón propia, razón única, razón dueña de todas nuestras razones.
Pretexto con el cual frenás tu mundo que gira en contra y te sentás a pensar en el comienzo del camino. Razones sin razón de encontrarte lustrando tu mejor sonrisa cada mañana. De combinarla con zapatos a estrenar para llegar a ese lugar donde encontrarte, perderte, y volver a encontrar.
Razón porque no tenés razón heredada que justifique cantar en la cola de un banco y escribir en tus paredes poemas prestados . Razón de abandonar al reloj en cada vuelta de hoja. De desvalorizar el dinero y valorar los valores .De escuchar tu intuición más que al noticiero.
Razón de hablar con un extraño e intentar aprenderlo. De sonreír a un desconocido, disfrutando de lo innecesario. Llorar de risa sin poder derramar ni una lágrima de tristeza. Razones para desencajar en todos los rompecabezas de una empresa de juegos prestados...
Locura es encontrar la razón sencilla que justifica la cordura de entregarte a tu locura.
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