¡Bienvenidos!!!

La huevada (re)reloded...Welcome to our magic world.

martes, 15 de febrero de 2011

Encuentro cercano con el tercer tipo: sesión de terapia número 1.


Después de muchas idas y venidas, después de muchos reveces de la vida, un día me fui a un bar. Pero no fue un día como cualquier otro día, porque este día era día de mundial. Día de Argentina y mi amado México en cuartos de finales.

Jefe expuso la grata invitación: un recreo en el shopping, te y alfajor de maicena. Nos sentamos cómodamente en una incomodidad absoluta. Conversación almidonada y contexto bar prometían hacer de mi, una persona toda vergüenza en caída libre y tiro vertical.
Hoy le pongo nombre a mi salvavidas humano. Fue mi querida María Ester quien, sentada providencialmente a mi lado, dejo caer un “deje el consultorio solo, psicóloga mucho gusto”. Abretesésamo a mis pensamientos, comenzamos el ataque de mitad de cancha. La táctica era golear a preguntas a mi extraña amiga, evitando conversaciones monosilábicas con quien paga mi alquiler.

Vale aclarar que por esos tiempos no hacía más que justificar mis delirios por gusto del Universo. Esto llevó a que, en tiempo de alargue, pida su número y agradezca mucho más que ese simple gesto. Varios goles Argentinos mediante, Jefe y yo volvimos a la incómoda comodidad contexto estudio.

No sospeché en ese entonces que mes y medio más tarde (y un mundial con campeón ajeno) la vida me encontraría esperando en su consultorio. Era hora de aclarar pensamientos: Agustina, soy yo, rubia hija única que no entiendo nada de la vida. Busco respuestas y encuentro otras preguntas que no pretendía enunciar. No tengo paciencia de esperar sentada y saldría corriendo, de no ser porque no se me da demasiado eso de la actividad física.
Señora sonrisas, me escucha y asiente. Asiente con enérgicos movimientos de cabeza. Asiente si, que como pato criollo, tropiezo cinco (ojalá) veces con la misma piedra. Asiente que no supere la reacomodación familiar y asiente, sin pudores, que tengo una grave crisis vocacional por falta de autoestima. Asiente que me apresuro a las decisiones. Asiente a que viviría de viaje solo por seguir alejándome de esta madurez que pretende alcanzarme. Asiente. Pausa. Se preocupa. Como es eso que no tenes pareja? Guiño, guiño. Silencio. Mmmmm (si mmmm con muchas emes). Yo busqué por algún lado de mis rinconcitos más diplomáticos una linda sonrisa de oferta y otro poco de paz mental. Temía que ese fuera el tema principal a resolver.
El “cómo es eso que no tenés pareja”, parecía ser el único punto flaco de mi existencia terrenal. Casi 28 años tejiendo a mansalva mi maraña mental para que sólo nos preocupemos por este simple detalle? Pensé y contesté, tímida pero firmemente, que para mi el problema radica en que “…(por ahora) los novios no se compran como tamagochis en el Chino que tengo en frente, sino ya me hubiera llevado un par a casa”

Risas. Aboné mi chiste y me fui pensando bajito…

Lo bueno es que, evidentemente, mis problemas ya comienzan a tener solución: si yo no puedo contra ellos, me uno a un novio multiuso que me barra la problemática (hasta la más adherida)…Y limpie a fondo sin rayar.
Para quienes están en la misma...
LaChuni

1 comentario: