Curiosa forma de aprender
Antes yo era distinta. El jardín de infantes fue un juego.
La primaria una ñoñada y el secundario me vistió con guardapolvo nerd. Blanco y
siempre impecable. Mis notas un orgullo de mamá y papá.
La facultad fue sobre rueditas un poco cojas, con varios tropezones pero sin demasiadas caídas. No las suficientes. Lástima, eso fue un error. Hubiera sido mejor hacerme de los cayos cuando era más propensa a la buena cicatrización.
La vida, sin embargo, decide por nosotros cuál es la mejor posición del reloj: vida profesional y cuarto. Tarde o temprano llegan las lecciones. Las piedras se repiten una y otra vez, como cinta de Moebius. Yo me siento en la fábrica de tiempos modernos. Me siento un poco de Chaplin. Ese es mi caso. Sin embargo, estoy convencida que tengo un coágulo en algún punto del cuerpo, haciendo piquete al conocimiento y cortocircuito entre la neurona A y la neurona B.
Sin embargo, mis ojos se abren cada vez más grandes y mis conversaciones autodidactas son cada vez más parecidas a señorita de jardín: a ver (reviso las cuentas una y otra vez. Agarro lapiceras y resaltadores de colores) entonces si 2 x 3 me dio 6…me dio 6 o anoté 7? O anoté 3 más 3 y me dio 6 pero no eran 2x3…ay dios, paro al miocardio!!!! Reviso, re-reviso, recontra-reviso. Mil errores, mil lecciones. Temblores.
No hay caso. No doy pie con bola. Ni siquiera doy con el pie,
ni veo la bola! Y es la famosa idea de lección que tiene la vida, pero a mi me
viene dando meta desaprobadas. Será que me tocó saber más de la sapiensa
occidental del capitalismo anti-errores del boletín diez, que de la sabiduría
oriental de Buda. Y ahora me cuesta un Perú aprehender eso de que “sólo se
aprende de los errores”. Y bienvenidas piedras que me harán crecer a cuesta de
moretones en el cuerpo! Tanto nudo en la espalda y ahora me duelen más las
lecciones. De chiquita hubiera sido más elástica, dicen que tenía buena
elongación.
Sin embargo, todo pasa en el momento justo. Y las lecciones llegan cuando el reloj da en las horas justas. Supongamos que si.
O al menos que se me escape el coágulo por una oreja y de salida
me destape la sordera.Sin embargo, todo pasa en el momento justo. Y las lecciones llegan cuando el reloj da en las horas justas. Supongamos que si.
…Dicen que el momento más oscuro de la noche es justamente un
segundo antes de amanecer. Y yo aquí, con mi sonrisa chueca, esperando que
salga el sol…
LaChuni
Si... a veces es como que no hay que dejarse llevar tanto por la razon, por la sabidiria, etc. Carrar los ojos y escucharse a uno mismo. Como anda el corazon, lo que siente, lo que le pasa por alli. Debemos escucharlo y atenderlo. Dejar por un lado lo que dice la razon o la sabiduria y meternos un pooc en nosotros. En nuestros sentimientos. Si no despues pasa el tiempo. Seremos unos genios en sabiduria pero no hicimos nada con nosotros mismos. Por fijarse tanto en la razon le dejamos perder oportunidades a nuestro corazon.
ResponderEliminar